El monte Kazbek ( en georgiano Mqinvartsveri = Montaña helada) es un estratovolcán de 5033 metros situado en el Cáucaso. La montaña domina el valle de Gergeti, en el norte de Georgia, y para su ascensión se utliza como base el Kazbegi Hut, un refugio en la que fue antigua estación meteorológica soviética.
Visité Georgia en el verano de 2009 con mi amigo Raúl. Nuestro objetivo principal era el Kazbek, aunque nos quedaba tiempo para visitar un poco el país. Pasamos los primeros días en Tbilisi, de visita en la ciudad y viendo cuáles serían nuestros pasos para trasladarnos al Kazbek. No habíamos contratado nada salvo los primeros días de estancia en Tbilisi, en casa Tina. En la ciudad pudimos visitar la fortaleza de Narikala, el jardín botánico y la céntrica plaza de Tavisupleba, donde hay una oficina de información turística. También aprovechamos para comprar cargas de gas en una tienda de deportes y tomar contacto con la comida local.
Desde Tbilisi, en el mercado del barrio de Didube, cogimos una furgoneta ("Marshrutka") que hace las funciones de mini bus y que nos llevó desde la capital hasta Stepantsminda atravesando el Jvari Pass. Las marshrutkas son un medio de transporte barato y popular en Georgia, y conectan las principales poblaciones con un servicio regular. Salen cuando están llenas de gente y hacen tantas paradas como se les solicite.
En Stepantsminda nos alojamos en la casa de Nino Gigauri, una de las casas de húespedes que hay en la localidad. Además hay un albergue y un hotel. En las casas de húespedes tienen información sobre porteadores, guías, rutas a caballo y otras actividades por la zona.
Salimos de Stepantsminda con el mochilón a cuestas y caminamos por la carretera hasta cruzar el puente sobre el río Tergi. Nos desviamos a la izquierda para subir por la pista hacia el vecino pueblo de Gergeti. Desde el pueblo hay varias opciones para subir a la iglesia de la Trinidad (Tsminda Sameba), incluyendo una pista para taxis y varios senderos. Subimos por uno de los senderos, entre abedules, que nos deja en una zona de pradera abierta con la iglesia sobre un otero. Decidimos visitar la iglesia a la bajada, así que, siguiendo la indicación de un cartel, comenzamos la subida hacia el refugio.
El resto de la ruta prosigue en continua subida por praderas alpinas, siguiendo un sendero bastante pisado hasta la zona de acampada donde dormiremos esta noche. La zona de vivac está junto a uno de los arroyos de deshielo que forman el río Chkheri. Hay sitio para dormir antes y después de cruzar el arroyo. Es mejor la zona que hay después del arroyo porque también tiene una pequeña fuente.
Si no se lleva peso es posible llegar al refugio en un solo día. Pero lo habitual es que subas equipo y comida para varios días, así que dividir la subida en dos días es una buena idea. Por las tardes suele llover con frecuencia, así que llevar una tienda también es aconsejable.
El segundo día tenemos que afrontar un recorrido más corto que el día anterior. Dejamos atrás la zona de vivac y seguimos el sendero que nos conduce hasta el glaciar Gergeti. Nos ponemos los crampones y lo cruzamos en diagonal, de izquierda a derecha, en subida, sin más referencias que alguna zona pisada porque las nubes no dejan mucha visibilidad. En los días despejados, el refugio se ve bien, al otro lado del glaciar, sobre un resalte rocoso. Nosotros vemos el refugio cuando estamos a punto de terminar de cruzar el glaciar, y la gente que hay arriba nos orienta para subir. El camino al refugio cruza un pequeño campo de grietas y sube por el terreno descompuesto de la morrena lateral.
El refugio, Bethlemi Hut, a 3653 metros de altitud, fue una antigua estación meteorológica soviética. Los guías georgianos la han rehabilitado y tiene varias camaretas con colchonetas. Tiene una habitación común que hace las funciones de comedor y otra donde se reúnen los guías. Al menos en verano hay una fuente con agua corriente en el exterior. Aunque en la despensa se acumulan algunas cosas para comer, hay que subir la comida que uno necesite.
Nuestra idea para el tercer día es hacer parte de la ruta de subida y volver al refugio para aclimatar mejor. Decidimos salir a la una y media de la mañana con el resto de la gente que sube a la cima y probar qué tal íbamos. La ruta comienza en dirección oeste, atravesando terrenos descompuestos y neveros, hasta volver a entrar en el glaciar Gergeti. Progresamos por el margen derecho del glaciar, dejando a nuestra izquierda espectaculares formas de erosión y zonas de continua caída de rocas iluminadas por la luna llena, y dando un gran rodeo por el oeste llegamos al plateau (4450 metros) un poco antes del amanecer.
Hasta aquí era lo previsto para aclimatar. Pero vamos bien de fuerzas y hay dos cordadas por delante nuestro que van abriendo huella. Decidimos seguir y, tras cruzar el plateau, vemos la cima del Kazbek. La ruta se empina, así que nos ponemos los crampones y acabamos adelantando a la gente que iba por delante antes de llegar a una plataforma (4880 metros) que hay antes de la cima. El resto de la subida discurre por pendientes de hasta 45º, con nieve tirando a floja en nuestro caso, sin encontrar placas de hielo. Subimos con un solo piolet y sin poner seguros. No obstante, en la mochila llevamos el material que nos hubiera sido necesario en peores condiciones.
Llegamos a la cima a las 9 y media, con unas condiciones meteorológicas de lujo, y a tiempo para ver en la distancia otras cimas del Cáucaso, como el monte Elbrus. Por detrás de nosotros llegan las otras cordadas con guías georgianos. Aprovechamos para felicitarnos, comer y hacernos la sesión de fotos. Al final nos hemos juntado unas 12 personas en el estrecho domo de nieve de la cima del Kazbek.
Bajamos la parte más empinada sin montar seguros. Los crampones se hunden bien y es fácil volver a la plataforma. Desde allí, la nieve se hace cada vez más blanda, dificultando una bajada en la que comenzamos a notar el cansancio y el efecto de la altura. Al cruzar el plateau nos encontramos con un par de compañeros que van a plantar la tienda allí, para dividir la subida en dos días. Les deseamos suerte y proseguimos la bajada, con el tiempo algo revuelto y lloviznando, como suele ser habitual por las tardes. Llegamos al refugio bastante perjudicados, y tras comer algo, desaparecemos dentro de los sacos hasta la mañana siguiente.
Nos levantamos con el cuerpo algo doblado, pero el día es magnífico y nos regala una buena vista del glaciar Gergeti. Tras hacer la mochila bajamos del refugio, cruzamos el glaciar y continuamos por el sendero hasta la iglesia, en la que vamos a hacer una parada.
La iglesia de la Trinidad (Tsminda Sameba) fue construida en el siglo XIV y es mantenida por la Iglesia Ortodoxa Georgiana. Se cuenta que, en tiempos de peligro, albergaba las reliquias alojadas en Mtskheta, la antigua capital de Georgia. Hoy en día es uno de los principales atractivos turísticos de la zona.
Desde la fuente de la iglesia baja otro de los senderos a Gergeti. Tras cruzar el pueblo y llegar a Stepantsminda, nuestra primera parada es un bar donde caen las primeras cervezas. Después cena en casa Nino, y 12 horas de cama para terminar de aclimatarnos a la vida lejos de las alturas.
Tras la ascensión al Kazbek, dedicamos el tiempo que nos quedaba a dar una vuelta por el país, usando las populares furgonetas ("Marshrutka") como medio de transporte. Lo más destacado fue la visita al espectacular valle de Svanetia, cuyos pueblos (Mestia y Ushguli) conservan torres medievales declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.