El Balaitous, con sus 3144 metros, es una mole de granito que fue apodada por Henry Russel como el Cervino de los Pirineos. De hecho, es una cima bastante alpina que solo se gana trepando. Aunque la trepada por la brecha de Latour no revista especial dificultad, el peligro de desprendimientos de roca siempre está presente.
La aproximación se realiza desde Sallent de Gállego, conduciendo 4 kilómetros hasta el embalse de la Sarra. Al final del embalse hay un pequeño restaurante y espacio para aparcar (espacio que puede desaparecer los fines de semana de verano por la gran afluencia de gente). Desde el embalse hay que seguir el GR-11 hasta el refugio de Respomuso.
Salimos desde el embalse, cruzando el puente de las Fajas para seguir el recorrido del GR-11, un sendero ancho que remonta el valle junto al río de Aguas Limpias, a la derecha durante toda la ruta. El sendero pasa por la pradera de las Tornalizas, por el angosto cañón del paso del Onso, por el hayedo de Llano Cheto y deja a mano izquierda dos desvíos, al pico Arriel y a los ibones de Arriel antes de llegar al embalse de Respomuso, desde donde vemos el refugio. El GR-11 continúa por la izquierda del embalse hasta el refugio de Respomuso.
Un cartel situado detrás del refugio nos indica la dirección hacia el Balaitous. La ruta comienza con fuerte pendiente subiendo por el barranco de Respomuso y siguiendo hitos de piedra por tramos de sendero pisado. Pasamos el cruce de la subida a los picos de la Frondella y seguimos recto, en dirección norte, dejando a la izquierda la arista Le Bondidier, que nos acompañará casi hasta la llegada al pequeño glaciar que hay bajo la brecha de Latour.
En julio ya no queda mucha nieve, pero todavía se puede aprovechar para ganar terreno hasta el comienzo de la brecha. Si hay nieve en la brecha, es una pendiente de 45 - 50º, con el resalte de un bloque empotrado. Sin nieve hay pasos de II+ / III y riesgo de que caigan piedras de las cordadas que van por delante. Por encima del bloque empotrado a mitad de la brecha hay un seguro.
Subimos hasta un poco antes del final de la brecha y veremos las clavijas a la derecha. Subimos por ellas hasta la parte superior (pasos de II grado). Para bajar hay montadas 5 reuniones. Una vez subida la cresta, en dirección norte, seguimos por terreno descompuesto hasta la antecima, y finalmente, por el ancho lomo hasta la cima del Balaitous, coronada con una estructura metálica piramidal. Desde la cima hay buena vista del Vignemale y los infiernos por el este, Frondellas por el sur y Arriel y Midi d'Ossau por el este.
Desde la cima, caminamos unos metros por la arista norte, y veremos en seguida una chimenea que desciende a mano izquierda. Bajamos por la chimenea, con algún paso de II+ hasta la Gran Diagonal, una repisa que desciende por la cara oeste del Balaitous desde territorio francés hasta la parte española.
La Gran Diagonal está señalizada con hitos y no presenta dificultad, salvo ser muy aérea y por la exposición a la caída de piedras. En la parte alta discurre por una cornisa amplia con algún tramo más estrecho, pero al bajar se ensancha para acabar en una bajada final empinada hasta la cueva-abrigo André Michaud, una humilde cueva para 6-8 personas, y que señala el final (o el comienzo, según se mire) de la Gran Diagonal.
Desde la cueva seguimos el sendero que desciende por el ibón Helado hasta los ibones de Arriel. En el camino de bajada tenemos magníficas vistas del recorrido hecho por esta vertiente del Balaitous. Cuando llegamos al ibón de Arriel Alto seguimos por la izquierda, bordeando el ibón y siguiendo hitos. Poco a poco el sendero se hace más evidente y acabamos rodeando el ibón de Arriel Bajo. En este punto se divide el sendero. Por la derecha, bajando por del barranco de Arriel, el sendero enlaza con el GR-11 para volver al embalse de la Sarra. Por la izquierda, el sendero bordea los picos de Frondella para regresar al refugio de Respomuso.
Como me he dejado cosas en el refugio, tendré que volver a Respomuso, para después bajar por el GR-11 a la Sarra. La ruta a estas alturas se hace larga, pero con la satisfacción de haber subido una de las montañas más atractivas de los Pirineos.
Regreso por el sendero que ya conocemos del GR-11.