La sierra de Bernia, levantada durante el plegamiento alpino, forma parte de las últimas estribaciones béticas en la Península Ibérica. Separa las comarcas de la Marina Baja y de la Marina Alta, y su máxima elevación es el pico de Bernia, de 1128 metros.
La ruta comienza en Altea la Vella, en la CV-755 de Altea a Callosa. Podemos aparcar el coche en la travesía principal del pueblo y subir caminando por la calle Cura Llinares.
Desde Altea la Vella cruzamos el pueblo por la calle Cura Llinares y en la primera bifurcación tras el pueblo seguimos por la izquierda. Pasamos por la Font del Garroferet y continuamos por la pista asfaltada hasta la siguiente bifurcación, donde se separan los PR-CV 7 y 436. Seguimos por la izquierda, y a unos 60 metros hay que desviarse por una senda que sube por la izquierda a la urbanización Alhama. Una vez en la urbanización seguimos por la calle Rosella y después por la calle Colina hasta salir a un depósito junto al que comienza el Camí de les Revoltes. Se trata de un sendero tradicional que sube en zigzag entre los barrancos de les Revoltes y del Paret, con bonitas vistas de la cresta de Bernia, y que nos conduce hasta el área recreativa de la Font de la Barca.
Desde el área recreativa, seguimos la pista de acceso y giramos a la derecha en la primera bifurcación. Dejamos atrás unas casas y un depósito y subimos por un sendero que pasa por la Font del Runar, situada en una pequeña cueva. El sendero avanza hacia el oeste, hasta el cruce del sector circular del PR-CV 7. Seguimos la senda por la izquierda, subiendo por un roquedal, y avanzamos hasta el fuerte de Bernia, donde confluye la ruta que sube desde las fuentes del Algar. Un poco antes de llegar al fuerte podemos desviarnos a mano izquierda para pasar por la cercana Font del Fort, que suele tener un hilillo de agua. El fuerte de Bernia fue construido en 1562 por orden de Felipe II. Unos cincuenta años después fue abandonado y demolido, y hoy solo queda de él las ruinas que aquí se levantan.
Subimos desde el fuerte hacia las paredes de la sierra que tenemos delante, siguiendo las numerosas marcas de pintura roja y los hitos de piedra. Se puede subir por la izquierda, siguiendo una cornisa, para después girar a la derecha y trepar por la cresta hasta la cima. Es una trepada fácil y además hay asideros artificiales. Para bajar podemos volver por el mismo camino para retomar el recorrido circular o seguir por la cresta en dirección este hasta un collado, el Portixol, por el que podemos bajar hacia la font de Bernia en la cara norte. Si te interesa más esta opción puedes ver el recorrido en la ruta del Pas dels Bandolers.
Una vez de vuelta al fuerte, seguimos por el sendero que rodea la sierra y baja a Casas de Bernia en la cara norte. Allí encontramos otro panel de información del PR-CV 7. Esta zona de Casas de Bernia es accesible desde Benissa por Pinos y desde Xaló, y es un sitio habitual para iniciar una visita a esta sierra. Desde Casas de Bernia seguimos el PR-CV 7 por una pista que nos conduce hasta la Font de Bernia, donde podemos descansar y reponer agua.
Dejamos la pista en la Font de Bernia y subimos por el sendero que se dirige al Forat. No tiene pérdida, pero se hace algo más duro a medida que nos acercamos a las paredes de la sierra. El sendero termina en la boca de una cueva, que da acceso a una galería que permite atravesar desde la cara norte a la cara sur de Bernia. Para pasar tan solo hay que arrastrarse un poco y no es necesario frontal. La boca sur de la cueva es un balcón natural con espectacular vista de Altea y Serra Gelada.
El sendero discurre ahora por debajo de las paredes de la cara sur de Bernia, perdiendo altura poco a poco. A unos 400 metros de la cueva encontramos un desvío que permite subir a ver las pinturas rupestres de la Penya de l'Ermita del Vicari. Pasar por ellas apenas supone unos minutos más de ruta. Tras la parada, seguimos la senda de la solana, atravesando varias pedreras y pasando junto a una carrasca centenaria. Volvemos al cruce por el que pasamos antes y bajamos por la senda de la Font del Runar hasta la Font de la Barca.
Volvemos por el camino que ya conocemos de regreso a Altea la Vella.