El Mont Blanc, situado entre Francia e Italia, es la montaña más alta de los Alpes (4810 metros) y también una de las más altas de Europa. Esta montaña, cuna del alpinismo, fue ascendida por primera vez en 1786 por J. Balmat y M. G. Paccard, naturales de Chamonix. En la actualidad es una montaña muy visitada por montañeros que suben por diferentes vías. Una de las más frecuentadas es la subida por Goûter.
La ruta comienza subiendo al tranvía del Mont Blanc (TMB) en la estación de Le Fayet o bien en la estación de Saint Gervais les Bains. Los tres trenes que hacen la línea, Anne, Marie y Jeanne, cubren los 12,5 kilómetros de distancia hasta Nid d'Aigle (2372 metros) en unos 50 minutos.
Una vez en Nid d'Aigle, continuamos por sendero atravesando neveros junto a la cresta de Rognes, hasta llegar a la cabaña de les Rognes. En esta zona el sendero gira a la derecha y sigue por un espolón rocoso hasta el refugio de Tête Rousse (3167 metros). El refugio se deja a la derecha y se sube por el glaciar hasta el corredor de Goûter. El corredor puede tener más o menos nieve según la temporada, y en el lugar de cruce hay un cable de acero para asegurarse. La caída de piedras es muy frecuente, así que hay que extremar las precauciones.
Una vez al otro lado del corredor, se sube por la arista de Goûter, donde hay que progresar ayudándose de las manos en trepada fácil (algunos pasos de II grado) hasta salir al refugio viejo. En el último tramo del roquedo hay un cable de acero que ayuda en la subida, pero no es una vía ferrata. Tras llegar al refugio viejo, se sale a la arista de nieve, se gira a la derecha y se sigue unos 150 metros hasta el refugio de Goûter (3835 metros).
Estrenado en junio de 2013, el nuevo refugio de Goûter es una construcción espectacular sobre una arista de roca con envidiables vistas a Bionnassay. Está gestionado por la Federación Francesa de Clubs Alpinos y de Montaña (FFCAM) y se debe reservar plaza por para poder dormir en él.
Tras descansar por la tarde-noche, se desayuna a la una de la madrugada y se sale a andar alrededor de las 2. La ruta comienza siguiendo la arista de Goûter a la derecha del refugio, unos 500 metros, hasta entrar en la enorme ladera noroeste de la Dôme de Goûter. La subida discurre por pendientes de nieve que alcanzan los 35º en el tramo final, en el que hay que flanquear un par de grupos de seracs. En general resulta ser una subida fácil que acaba flanqueando la Dôme de Goûter (4304 metros) por la izquierda. Para ir a la cima de la Dôme, hay que desviarse unos metros de la huella.
Una vez superada la Dôme de Goûter, el Mont Blanc aparece impresionante a nuestros ojos, sobre todo si nos alcanza el amanecer en este tramo. Por la izquierda tenemos una bonita vista de la Aiguille de Midi y del Maudit. Tras pasar la Dôme, perdemos un poco de desnivel hasta el col de Dôme, y volvemos a subir a continuación hasta el refugio Vallot (4362 metros), una construcción metálica que hay antes de llegar a la arista de les Bosses.
Desde el refugio Vallot se remonta la pendiente de nieve que hay a la derecha para acceder a la arista de les Bosses. El primer tramo tiene pendientes de hasta 40º, pero es ancho, mientras que después la arista se afila y está más expuesta a caídas. En los tramos más estrechos hay que preveer los cruces con la gente que sube y baja. La arista nos conduce hasta el domo de nieve que cubre la cima del Mont Blanc (4810 metros), desde donde hay una vista espectacular de las montañas que nos rodean.
El descenso se realiza por la misma ruta, prestando especial atención a la bajada por la arista de les Bosses y al atravesar el corredor de Goûter.