El parque nacional de Ordesa y Monte Perdido fue creado en 1918 y está formado por el valle de Ordesa, el cañón de Añisclo, la garganta de Escuaín y el macizo de Monte Perdido. Estas montañas se formaron durante la orogenia alpina y fueron modeladas por la erosión glaciar. El Monte Perdido (3355 metros) es la máxima altura del parque.
La ruta comienza en San Nicolás de Bujaruelo, a donde se llega desde Torla con el coche por la pista que se desvía a la izquierda en el puente de los Navarros. De esta manera habrá que volver después desde la pradera de Ordesa a Bujaruelo para recoger el coche. Otra opción, más corta, es contratar un taxi desde Torla para ir a Bujaruelo y después bajar con el servicio de autobús desde la pradera de Ordesa.
Desde el refugio se cruza el río Ara por el puente y se localiza un poste del GR-11 que indica el camino al puerto de Bujaruelo. La ruta atraviesa un bosque y después progresa por canchales y prados alpinos. La senda, bastante pisada, sube por el barranco de Lapazosa, deja a la izquierda el desvío al ibón de Bernatuara, y por el refugio de Pastores alcanza el puerto de Bujaruelo.
Desde el puerto se continúa por la derecha, en dirección al refugio de Sarradets. La senda flanquea la cara norte del Taillón hasta alcanzar un roquedo por el que cae el agua de deshielo. Unas cadenas facilitan el paso, y tras una corta e intensa subida se llega al refugio, con espectacular vista de la Brecha de Rolando y del circo de Gavarnie.
Tras reponer fuerzas en Sarradets, se sube a la Brecha por el canchal. A mediados de julio queda poca nieve y no son necesarios los crampones. En la Brecha se gira a la derecha, se pasa junto al Dedo y se sube al Taillón. La subida es bastante sencilla y desde la cima se tiene una primera perspectiva del resto de cumbres del Parque Nacional. A continuación se baja del Taillón por la ruta de Pico Blanco, hasta localizar los hitos de la zona de destrepe para ir a los Gabietos. Si se va a volver por el mismo sitio, se puede dejar la mochila junto a los hitos. La bajada es aérea y por terreno muy descompuesto, pero con suficiente espacio para maniobrar. Tras acceder al cuello de los Gabietos, se sube a ambas cimas y se vuelve por el mismo camino a por la mochila. La bajada se hace directamente sin pasar por la cima del Taillón hacia la base de la Brecha. En la zona hay bastantes abrigos y agua para vivaquear la primera noche.
Tras recoger el vivac por la mañana, se sube siguiendo los hitos a la Brecha de Rolando. Son apenas 100 metros de desnivel desde la zona de vivac. Desde la Brecha se sigue hacia el paso de los Sarrios, equipado con una cadena. El paso es aéreo pero no ofrece ninguna dificultad. Tras la cadena, se rodea la cara sur del Casco y se accede a la ruta de subida, por sendero, y con trepada final bastante fácil.
Se baja del Casco por la misma ruta y se cruza el nevero que hay entre el Casco y la Torre. Hay que subir por la canal que queda a la izquierda del sendero. Según lo avanzado de la temporada pueden ser necesarios los crampones o no. Yo los he traído y decido ponérmelos para subir con más seguridad, ya que la nieve a esta hora de la mañana está bastante dura. Tras subir la canal y trepar por el roquedo se llega a la cima de la Torre.
Desde la Torre se sigue en suave descenso hacia el Este por encima de la amplia arista hasta flanquear por el sur las paredes de la Espalda del Marboré. Si no se lleva gps, se debe estar atento a unos hitos que indican la zona de subida. Se trata de una trepada fácil pero muy aérea por gradas sucesivas que conducen a la cima de la Espalda.
Desde la Espalda se llega al Pico de la Cascada Oriental por el cordal. Después se debe destrepar para pasar el desnivel que hay hasta el Pico Central. Tras la corta subida por sendero al Pico Central hay dos formas de llegar al Pico Occidental. La más directa es subir trepando por terreno muy descompuesto, y la segunda es dar un corto rodeo por el flanco sur para salir a mitad de camino entre el Marboré y el Pico Occidental. Yo elegí esta segunda opción porque la mochila me pesaba ya demasiado como para pensar en trepar con ella. Después de pasar por el Pico Occidental se sigue por el cordal hasta la cima del Marboré.
Se baja del Marboré por la ruta normal que conduce a la Faja Roya, aunque también se puede bajar por el cuello de Marboré. Tras la empinada bajada se sigue por el sendero que rodea el Cilindro para ir al lago Helado. En esta zona todavía queda algún nevero en julio, pero al mediodía la nieve está bastante fofa como para ser un problema. En la zona de vivac de lago Helado se puede dejar la mochila para afrontar el último reto del día, la subida al Cilindro. La subida se hace por la pedrera que lleva al Pitón SW. Una vez allí, hay un tramo de trepada de II+ a la izquierda de la canal por la que se rapela normalmente para bajar. Después de subir por el roquedo hay otro paso de II+ más arriba, y finalmente se llega a la cima por una amplia loma. En la bajada, que se puede hacer sin material de escalada, hay que prestar mucha atención a los destrepes en los sitios más complicados. Finalmente se baja por la pedrera de regreso al lago Helado.
Desde el lago Helado se sube a Monte Perdido por un hombro de roca que conduce a la base de la escupidera. A estas alturas de julio ya no queda nieve y el resto de subida se hace por un camino de zetas en la pedrera. Desde la cima de Monte Perdido hay una excelente vista de los alrededores, en especial del valle de Ordesa y del Cilindro.
Desde la cima se baja hacia el cuello de Monte Perdido. Este es uno de los pocos tramos de la ruta que no conocía previamente, y según las reseñas no precisa de material de escalada. Unos hitos marcan el comienzo de la bajada, por terreno descompuesto. Es un destrepe aéreo, y desde arriba da la impresión de que si no se sigue correctamente la ruta se puede uno meter en un compromiso. Tras seguir los hitos se llega al cuello que separa el Monte Perdido y el pico Añisclo.
Lo siguiente es bajar del cuello hacia el Baudrimont NW. A pesar de ser julio, queda bastante nieve y está todavía algo dura, por lo que decido bajar con los crampones. Tras la bajada, y antes de subir hacia el Añisclo, decido dejar la mochila para acercarme a la Espalda de Esparrets. Desde la zona donde me encuentro se baja hacia el comienzo de la arista del Baudrimont NW y se gira a la izquierda, pasando un nevero y subiendo por un canchal. La subida final a Esparrets se hace por una canal de roca muy descompuesta. Desde la cima de Esparrets hay una bonita vista del glaciar de Monte Perdido y del lago de Marboré.
Después se baja por el mismo camino, y antes de proseguir hacia el Añisclo, se sube al Baudrimont NW por su arista oeste, aérea pero bastante fácil. Tras bajar del Baudrimont recupero la mochila. La ruta continúa por un roquedo, siguiendo los hitos hasta la base del canchal de subida al Añisclo. La subida se hace por un camino de zetas empinado hasta la cresta, y después se gira a la izquierda y se sigue hasta la cima.
La bajada se hace por la misma ruta, y se siguen los hitos en dirección al Baudrimont SE. La subida a este último se hace por su cara sur y tiene pasos de II. Para terminar con los tresmiles, se sigue el cómodo sendero hasta la Punta de las Olas, con una bonita vista sobre el cañón de Añisclo.
De la Punta de las Olas se baja hacia el sur, los primeros metros por un destrepe delicado, y después por canchal hasta la parte alta de una grada que hay sobre el GR-11. Los hitos nos llevan a la izquierda, hasta una brecha que permite bajar al sendero, donde se gira a la derecha y se sigue en dirección al collado de Arrablo. El resto es bastante fácil, siguiendo el GR-11 hasta Góriz. El refugio y sus alrededores están abarrotados, como suele ser habitual en verano. Si no se necesita comida y agua, quizá sea mejor quedarse a vivaquear en algún punto del GR-11 cerca del collado de Arrablo.
El cuarto día de esta ruta permite completar el bucle entre Góriz y Bujaruelo siguiendo el GR-11. De Góriz se baja al circo de Soaso por el sendero o por las clavijas. La ruta por el fondo del valle discurre junto al río Arazas, pasando por sucesivas cascadas y un hayedo hasta llegar a la Pradera. Aunque hay sendero al otro lado del río para evitar la Pradera, decido seguir esta ruta para comprar algo de comida en el restaurante. Unos doscientos metros más allá de la Pradera se vuelve al otro lado del río por un puente.
Continuamos por la senda que desciende hasta el puente de los Navarros. Si se sigue el GR-11 correctamente, se pasa el puente y se caminan unos metros por la carretera en dirección a Torla, para coger después el desvío a la derecha que pasa por el paso de la Escala. En este punto ya estoy demasiado cansado como para seguir este tramo, así que decido atajar por la pista asfaltada hasta el puente Nuevo (de Santa Elena). Una vez en el puente, sigo por el GR-11, en un tramo con desnivel más llevadero. Finalmente, por el sendero se llega al puente de Bujaruelo, por el que se cruza el río Ara para acceder al refugio.