El pantano de Tibi, mandado construir en 1580 por Felipe II, es uno de los mayores embalses construidos en Europa en el siglo XVI y, junto con el de Almansa, uno de los más antiguos que continúan en funcionamiento. El conjunto de la presa y los edificios que la rodean están declarados Bien de Interés Cultural y su gestión corresponde a la Comunidad de Regantes de la Huerta de Alicante. El recorrido, desde la pedanía de Montnegre, pasa por el pantano y completa un recorrido circular por el Alto de la Escobella.
La ruta comienza en Montnegre, pedanía de Jijona, accesible desde Muchamiel, Tibi o Jijona por el antiguo camino de Muchamiel a Tibi, asfaltado, entre las carreteras CV-810 y CV-819. Desde Muchamiel es el camino del Valle del Sol que pasa junto a la urbanización Llofriu y que sigue más o menos el cauce del río Montnegre.
Comenzamos la ruta cerca del puente de Nª. Sª. del Carmen, o Pont de Dalt, en Montnegre. Seguimos el camino de Muchamiel a Tibi en dirección a Tibi algo más de medio kilómetro y nos desviamos por la izquierda antes de llegar a la casa de Silim por el camino del pantano (hay dos desvíos bastante juntos, es el segundo). Continuamos por la pista de tierra, siguiendo el camino principal sin tomar ningún desvío. En un par de kilómetros llegamos al acceso al pantano, por un puente a mano derecha. Antes de visitar el pantano es posible visitar al otro lado del cauce una fuente (seca) construida para los trabajadores del pantano en 1795, junto a las ruinas de la casa de los trabajadores y un lavadero. El puente sobre el cauce del río Montnegre también tiene una placa de Carlos IV como promotor de dicho puente.
De regreso al acceso al pantano, pasamos junto a la ermita de la Divina Pastora, de 1786, y continuamos por un estrecho sendero hasta la base de la presa. De planta curva, hecha de mampostería y sillería, la obra de la presa fue iniciada por Juan Bautista Antonelli en 1580 por mandato de Felipe II y concluida en 1594. Tiene algo más de 40 metros de altura y un arco de 65 metros de longitud en su punto más alto, entre los resaltes rocosos de la Cresta y el Mos del Bou. En la parte de abajo de la presa destaca el desagüe, que se usaba para limpiar la presa de sedimentos.
Se sube por una escalera tallada en la roca bastante empinada y con algún tramo de barandilla metálica. En la parte alta de la presa queda el brazo de una antigua grúa y una placa labrada en la roca que indica el nivel alcanzado por el agua en una riada de 1793. La presa no tiene barandillas de seguridad, así que tened cuidado durante la visita.
Cruzamos el arco del pantano, pasamos el aliviadero por un puente y subimos por una senda hasta las ruinas de la antigua casa de vigilancia, desde la que hay una bonita vista de la presa y el espolón del Mos del Bou. En la ruina nos desviamos de la senda principal por otra a mano derecha. La nueva senda baja por unas escaleras talladas en roca y continúa por la umbría de la Cresta (ojo, hay varios desvíos) hasta la carretera del pantano, que cruzamos para seguir por una pista de tierra al otro lado. Es el camino de la Escobella, en el que vamos a pasar por dos bifurcaciones en las que seguiremos por la izquierda para llegar al vértice geodésico. El Alto de la Escobella está pasado el vértice, a unos 400 metros, por senda. Desde el pico tenemos una buena vista del Ventós, el Maigmó, la Penya Migjorn, el Cabeçó y el campo de Alicante.
Bajamos de la Escobella por su cara sur, por una empinada traza que enlaza con una senda por la que seguimos por la izquierda, hacia el Pla del Totxar. La senda sale al camino de la Sendera, donde giramos a la izquierda. Continuamos por el camino medio kilómetro hasta un desvío por la izquierda junto a un poste del PR-CV 282. El desvío baja por un barranco y más adelante se bifurca en dos. Podemos seguir por cualquiera de los dos ramales para bajar a Montnegre, aunque se ahorra camino por el de la izquierda, que sale a la pista asfaltada muy cerca del Pont de Dalt, donde comenzamos la ruta.