La Vall d'Alcalà es un municipio al norte de Alicante en la Marina Alta. El núcleo principal, Alcalà de la Jovada, fue la capital del antiguo feudo del caudillo árabe Al-Azraq. La población local, básicamente moriscos (mudéjares convertidos tras la conquista cristana), fue expulsada en 1609, y sus tierras fueron ocupadas por cristianos venidos de otras zonas del reino de Valencia. En la actualidad quedan los restos de antiguas alquerias entre las dos poblaciones de la zona, Alcalà de la Jovada y Beniaia.
Esta ruta de los despoblados moriscos forma parte de una colección de itinerarios que se puede consultar en la página web del ayuntamiento de la Vall d'Alcalà. La información está en pdf y os la recomiendo si queréis conocer mejor la zona. Este recorrido se aleja un poco de lo que suelo hacer, en general más montaña. Se trata de un recorrido que se realiza casi de forma íntegra por pistas asfaltadas, cosa que a más de un senderista no le gustará. Sin embargo, se trata de un paseo por un entorno rural, tranquilo y muy agradable.
El recorrido tiene postes de señalización, y al discurrir por pistas es fácil de seguir. Pero hay muchos cruces y la última vez que pasé algunos postes se habían caído. No está de más llevar el mapa del recorrido o bien el gps si no se conoce la zona. La descripción que hago es en sentido contrario a como está en la web del ayuntamiento.
Comenzamos la ruta en Alcalà de la Jovada. Llegamos desde Muro de Alcoy por la CV-700 y CV-712 o bien desde Pego pasando por Vall d'Ebo por la CV-712.
Alcalà de la Jovada fue la capital del feudo de Al-Azraq. En el pueblo está su antiguo palacio, en una plazoleta con una fuente con la efigie de este caudillo musulmán. Salimos del pueblo por el camino de Saltes (o de Beniaia). Estos primeros metros, la ruta coincide con otros itinerarios, el de la montaña sur y el de los antepasados más lejanos. En el primer cruce vemos un poste que nos indica la dirección de estos recorridos. Por la pista de tierra continúa el camino de Saltes, y por la derecha, por la pista asfaltada, sigue el camino de Beniaia.
Seguimos por la pista asfaltada hasta el desvío por la izquierda del camino de Benialins. Desde aquí hay poca posibilidad de confundirse, porque el camino asfaltado principal nos va a llevar hasta Beniaia. Durante el recorrido pasamos por el primer despoblado, els Benialins. Junto a las ruinas hay un panel con información. Por desgracia, éste y otros paneles de la ruta han sido castigados por el paso del tiempo y se pueden leer a duras penas. Para los que tengáis más curiosidad, toda la información os la podéis descargar en pdf desde la página web del ayuntamiento de la Vall d'Alcalà.
Tras este primer despoblado, continuamos por la pista y salimos a la CV-713 muy cerca de Beniaia. Se puede subir al pueblo por la carretera o bien por una pista que se desvía por la izquierda y que pasa por el cementerio. En Beniaia podemos tomar agua en una fuente que hay junto a la carretera.
Desde Beniaia nos podemos acercar a ver un despoblado que no figura en la ruta de los despoblados, sino en la del Condoig. Sin embargo, está tan cerca de Beniaia que me ha parecido interesante incluirla aquí. Desde el pueblo tenemos que acercarnos a la Font de Beniaia, donde hay un lavadero. Desde aquí, seguimos un sendero que en apenas diez minutos nos lleva al despoblado de la Queirola. Quizá se trate de uno de los que mejor se conservan, con muros y arcos de piedra que nos dan una buena idea de cómo estaban distribuidas casas y patios. Tras la visita, volvemos por el mismo camino de regreso a Beniaia.
Desde Beniaia bajamos por la CV-713. Este es el peor tramo de la ruta, por la carrtera, aunque tiene muy poco tráfico. Hay que caminar aproximadamente un kilómetro hasta pasar el puente sobre el barranco del Molinet. Unos 250 metros más adelante del puente, entramos por una pista de tierra a la izquierda. Unos metros más adelante, hay que desviarse por la derecha y seguir campo a través por el Pla de les Vinyes hasta la CV-712. ES más bien un atajo para no seguir por la carretera. Salimos a la entrada del camino de la Foia de Gràcia y de la Roca.
Continuamos por el camino principal pasando cerca del monte de la Roca, en cuya loma había un asentamiento de la Edad del Bronce. Más adelante nos encontramos con el tercer despoblado de la ruta, la Roca. Se trata de un pequeño grupo de casas que formaban un núcleo compacto.
Continuamos por la pista principal desde la Roca. Pasamos cerca del Mas del Sabater y seguimos la ruta por un montón de caminos y cruces que creo que no merece la pena describir con detalle. Todo es pista asfaltada, entorno de cultivos de cerezos y olivos, y muchos de los cruces tienen postes de ruta. Tras un paseo que se hace un poco largo llegamos a las ruinas de la Atzuvieta. Quizá sea este el más grande de los que hemos visto, con varias casas que delimitaban calles entre ellas, de las que todavía se conserva parte del antiguo pavimento.
Tras la visita a la Atzuvieta, seguimos por la pista hasta salir a la CV-712. Solo hay que cruzar la carretera y seguir hasta Alcalà.